Otra voz canta/ Desaparecidos

Por detrás de mi voz

– escucha, escucha –

otra voz canta.

Viene de atrás, de lejos;

viene de sepultadas

bocas, y canta.

Dicen que no están muertos

– escúchalos, escucha –

mientras se alza la voz

que los recuerda y canta.

Escucha, escucha;

otra voz canta.

Están en algún sitio / concertados desconcertados / sordos buscándose / buscándonos bloqueados por los signos y las dudas contemplando las verjas de las plazas los timbres de las puertas / las viejas azoteas ordenando sus sueños sus olvidos quizá convalecientes de su muerte privada nadie les ha explicado con certeza si ya se fueron o si no si son pancartas o temblores sobrevivientes o responsos ven pasar árboles y pájaros e ignoran a qué sombra pertenecen

Dicen que ahora viven

en tu mirada.

Sostenlos con tus ojos,

con tus palabras;

sostenlos con tu vida

que no se pierdan,

que no se caigan.

Escucha, escucha;

otra voz canta.

cuando empezaron a desaparecer hace tres cinco siete ceremonias a desaparecer como sin sangre como sin rostro y sin motivo vieron por la ventana de su ausencia lo que quedaba atrás / ese andamiaje de abrazos cielo y humo

No son sólo memoria,

son vida abierta,

continua y ancha;

son camino que empieza.

Cantan conmigo,

conmigo cantan.

Dicen que no están muertos;

escúchalos, escucha,

mientras se alza la voz

que los recuerda y canta.

Cantan conmigo,

conmigo cantan.

cuando empezaron a desaparecer como el oasis en los espejismos a desaparecer sin últimas palabras tenían en sus manos los trocitos de cosas que querían están en algún sitio / nube o tumba están en algún sitio / estoy seguro allá en el sur del alma es posible que hayan extraviado la brújula y hoy vaguen preguntando preguntando dónde carajo queda el buen amor porque vienen del odio

No son sólo memoria,

son vida abierta,

son camino que empieza

y que nos llama.

Cantan conmigo,

conmigo cantan.

«Otra voz canta»: letra de Circe Maia, música de Daniel Viglietti

«Desaparecidos» por Mario Benedetti